El edificio se implanta en la dificultosa pendiente característica de Begur.
Un volumen principal de hormigón se sitúa relacionándose con las vistas, sustentado sobre otros volúmenes de piedra vista. De esta forma, consiguen recordar la materialidad mediterránea del contexto donde se emplaza.
La disposición de los volúmenes genera una geometría en forma de “L”, que permite obstaculizar el viento del norte y proteger el patio con piscina.
“La estética viene definida por el predominio del volumen principal, de hormigón y vidrio. Las otras partes edificadas se entienden salidas del terreno, y por tanto se relacionan con el material que las define, de piedra vista.”
Otiima Classic, la serie que hay detrás de este proyecto.
La ventana que marcó el camino hacia el mundo minimalista.
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